Contenido patrocinado por Agronegocios San Miguel Arcángel S.A.C.
Durante muchos años, Carmen Cobeñas Nilupu —43 años, madre soltera, lideresa de su pueblo— se desempeñó como trabajadora agrícola en diversas empresas del distrito de La Matanza, provincia de Morropón, en Piura. Eran trabajos temporales, que concluían con la cosecha de frutas u hortalizas. “No era un trabajo seguro, era por temporadas”, dice la mujer mientras avanzamos hacia su casa, ubicada a las afueras de La Matanza.
Sin embargo, hace cinco años, la vida de Carmen comenzó a cambiar, cuando ingresó a Agronegocios San Miguel Arcángel, una de las principales empresas exportadoras de banano orgánico del país. Ahora Cobeñas no solo tiene un empleo estable, sino también una voz en el destino de su comunidad. Gracias al programa Fair Trade, impulsado por la compañía agroexportadora, ha logrado mejorar su estilo de vida.
A unos kilómetros de allí, Walter Pacherres Mendoza, de 34 años, también encontró un nuevo camino. Después de pasar siete años lejos de su tierra natal, trabajando como montacarguista en Lima, regresó al distrito de La Matanza. La oportunidad llegó en el fundo Los Ángeles, donde —como él dice— comprendió que el futuro no estaba solo en el campo, sino en la gente. “He aprendido muchas cosas”, cuenta sobre su experiencia con el banano orgánico, “pero lo más importante es que aquí el futuro de los trabajadores está en nuestras manos, gracias al apoyo de la empresa”.
Fair Trade: cómo un dólar adicional transforma vidas
Las historias de Walter y Carmen son testimonios del impacto tangible del programa Fair Trade, una iniciativa global que va más allá de un simple sello en una etiqueta. Es un modelo de negocios diseñado para empoderar a agricultores y trabajadores en todo el mundo, poniendo en sus manos las herramientas para el desarrollo sostenible de sus propias comunidades.
El principio de Fair Trade es simple: cuando un consumidor adquiere un producto certificado, una prima adicional se paga directamente a los trabajadores. En el caso de Agronegocios San Miguel Arcángel, en 2023 certificó sus campos de cultivos en el mercado estadounidense con el Fair Trade, explica Jenny Díaz, cofundadora de la compañía. Ahora, por cada caja de banano orgánico exportada, se genera un fondo de desarrollo comunitario. Este no es un programa de caridad de la empresa; sino un fondo autogestionado por un comité integrado por los propios trabajadores, quienes votan democráticamente en qué proyectos se invertirá el dinero en sus comunidades.
José Ferreira, fundador de Agronegocios San Miguel Arcángel, explica cómo funciona el modelo: “El mercado proporciona un dólar por cada caja exportada, dinero que va a la asociación de empleados. Tenemos una asociación de trabajadores de San Miguel Arcángel y ellos deciden en asamblea en qué invertir ese dinero”, cuenta en su oficina ubicada en Villa Vicús, en la provincia de Morropón, una pujante zona agrícola del norte peruano.




En asambleas periódicas, los trabajadores se reúnen para identificar las necesidades más apremiantes de sus comunidades. Es aquí donde los desafíos que enfrentan en su vida diaria se convierten en proyectos de solución. La primera gran iniciativa que los trabajadores decidieron abordar fue la mejora de la vivienda, un paso fundamental para elevar su calidad de vida.
Los fondos de Fair Trade permitieron la implementación de un programa de mejoramiento de vivienda que ha beneficiado a decenas de familias de Chulucanas y Morropón. Por ejemplo, Walter Pacherres utilizó su parte del fondo para construir una cocina digna en su casa, un cambio que para él es una mejora para el estilo de vida de su familia y de todos los compañeros. “Es un beneficio que nos apoya a los trabajadores de banano orgánico; y en mi caso particular a toda mi familia, pues ahora pueden gozar de una cocina digna”, comenta en su vivienda ubicada en La Matanza.
Los fondos de Fair Trade permitieron la implementación de un programa de mejoramiento de vivienda que ha beneficiado a decenas de familias de Chulucanas y Morropón.
Para Carmen Cobeñas, que es madre soltera, el impacto ha sido aún más profundo. Gracias al programa, pudo mejorar los pisos y construir un baño en su casa. “Tener un baño y un techo dignos ha sido un cambio significativo para mí y para mis tres hijas. Antes solo tenía un silo”, relata. Los proyectos de vivienda no solo han brindado seguridad y dignidad, sino que han transformado los hogares de los trabajadores y a sus familias.
Han sido más de 100 trabajadores beneficiados con el programa Fair Trade de Agronegocios San Miguel Arcángel. A Henry Valverde Cruz, de Villa Vicús, en el distrito de Chulucanas, le construyeron pisos en su casa; mientras que Sandro Albines Jara pudo tener un techo digno; al igual que los más de 120 trabajadores a los que la empresa les entregó calaminas en 2023, tras las intensas lluvias de el Fenómeno Yaku.
Educar para empoderar
El mejoramiento de viviendas no es el único proyecto impulsado por Agronegocios San Miguel Arcángel. También han apostado por transformar la vida de sus trabajadores mediante el conocimiento y la educación. Gracias a un convenio con un colegio de Vicús, utilizan las aulas los fines de semana para que sus colaboradores terminen la escuela. Este año terminarán el colegio un grupo de 13 trabajadores.
Carmen es parte de este grupo de estudiantes, y para ella, esta oportunidad es invaluable. “Me siento feliz de trabajar y estudiar para mejorar el futuro de mi familia y de mis tres hijas”, dice mientras descansa de una jornada laboral. Su historia es un recordatorio de que la educación no es un lujo, sino una herramienta para la dignidad y la autonomía.
Cleosmilda Valverde, otra beneficiaria, lo confirma: “He tenido esa oportunidad de entrar a Fair Trade y me está apoyando con los estudios que nos están dando. La profesora nos enseña valores, cómo respetar a las personas mayores, a todas las personas adultas y guardar mucho respeto con toda la gente y no faltar el respeto a nadie”, cuenta en el fundo de Los Ángeles.

Crecer junto a sus colaboradores
La historia de Agronegocios San Miguel Arcángel es parte de una visión más amplia, la del Grupo Los Ángeles, un conglomerado de tres empresas del rubro agroexportador, que apuesta por su gente para crear un futuro sostenible. José Ferreira, quien también lidera el Grupo Los Ángeles, ha sido un impulsor clave de este enfoque. Él recuerda que el primer proyecto financiado por Fair Trade coincidió con el fenómeno Yaku, una serie de lluvias intensas que causaron grandes problemas en las casas de los trabajadores.
“Entonces lo primero que decidimos fue colocarle a todos los empleados las láminas de calamina del techo, de cubierta para sus casas y todos fueron beneficiados”, explica en su oficina ubicada en Villa Vicús. Esta respuesta rápida a una necesidad básica demostró el compromiso del grupo con el bienestar de su gente. En la actualidad el grupo exporta banano orgánico a los mercados de Europa, Asia y Estados Unidos y Canadá.
Más allá de los beneficios directos, el Grupo Los Ángeles también se preocupa por el medio ambiente. Un proyecto significativo es la reforestación del río Piura a través de la iniciativa “Siembra un árbol”. Este programa busca crear un ecosistema más saludable para las futuras generaciones, un compromiso que se hizo aún más evidente después del fenómeno del Niño en 2017, cuando el río se desbordó y afectó gravemente los lotes de cultivo.




Según Jacinta Alvarado Carreño, encargada del Fundo Los Ángeles, “el Fundo de Los Ángeles pensando en el medio ambiente, pensando también en la biodiversidad y en todo el tema de la flora, decidió hacer la forestación de todo este lote”. Se han sembrado aproximadamente 200 plantas de guaba, 50 de tamarindo y otras especies, con el fin de mitigar los efectos del cambio climático.
En palabras del fundador, José Ferreira: “en Agronegocios San Miguel Arcángel, entendemos que mejorar una casa es mejorar una vida. Además, creemos que nuestra verdadera riqueza no está en los bananos que exportamos, sino en las personas que trabajan la tierra, que hacen posible que cada fruta llegue a diferentes rincones del mundo”. Esta filosofía central impulsa al Grupo Los Ángeles a cultivar no solo productos de alta calidad, sino también oportunidades, bienestar y, sobre todo, esperanza.
Desde su fundación en 2022, Agronegocios San Miguel Arcángel ha demostrado que su visión de negocio se extiende más allá de la exportación. La empresa ha trabajado incansablemente para obtener certificaciones internacionales como Fair Trade, JAS, USDA Organic y Global G.A.P, que no solo validan la calidad de su banano, sino también su compromiso con prácticas agrícolas sostenibles y éticas.
En un sector tan competitivo como la agroexportación, Agronegocios San Miguel Arcángel, bajo el paraguas del Grupo Los Ángeles, ha encontrado en el Fair Trade un modelo que demuestra que el éxito empresarial puede ir de la mano con el desarrollo humano. Su historia es un testimonio de cómo una visión centrada en el bienestar de la comunidad puede generar un impacto social positivo y duradero en el corazón del norte de Perú.
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