Lobitos, el paraíso del surf que busca recuperarse tras los derrames de petróleo
Un año después del derrame de crudo que contaminó el mar y golpeó el corazón de su economía, Lobitos sigue pagando el precio de la desidia estatal y la impunidad ambiental. Este balneario piurano, reconocido por sus olas y su biodiversidad, enfrenta hoy una lenta y desigual recuperación marcada por la caída del turismo, la precarización de pescadores y hoteleros, y una indemnización que nunca llegó. Entre promesas incumplidas, pasivos petroleros sin remediar y una fiscalización ausente, Lobitos se convierte en un espejo de cómo en el Perú los daños ambientales pueden quedar sin justicia ni reparación real.