En una reciente entrevista con Eduardo Arbulú, especialista en Seguridad Ciudadana en Piura, se discutieron las principales preocupaciones sobre la creciente inseguridad en la región y las medidas urgentes para abordar esta problemática que amenaza las inversiones y atemoriza a la población.
Con una vasta experiencia en el ámbito, Arbulú analizó la situación de la delincuencia y ofreció soluciones claras y concretas para combatirla. En esa línea, destacó la necesidad de una acción coordinada y prioritaria. Arbulú comenzó su intervención señalando que la inseguridad en Piura ha alcanzado niveles alarmantes, especialmente con la presencia de bandas criminales extranjeras, como el Tren de Aragua.
Según el especialista, «la delincuencia ha migrado, y no solo es un problema de las bandas locales, sino también de bandas extranjeras, sobre todo de Venezuela, Colombia y Ecuador». Estas bandas no solo han incrementado la violencia, sino que han introducido formas más extremas de crimen, como extorsiones, secuestros, y asesinatos por encargo. «Antes te robaban y te golpeaban, ahora te matan, te descuartizan. El tipo de violencia ha cambiado completamente», expresó Arbulú, señalando que la violencia ahora es mucho más brutal y peligrosa.
¿Cómo frenar el avance de la delincuencia?
Uno de los puntos más relevantes de la entrevista fue la necesidad de mejorar la inteligencia estratégica tanto a nivel nacional como regional. Arbulú explicó que la Dirección Nacional de Inteligencia (DINI) juega un papel esencial para detectar y prevenir amenazas de gran escala, como el narcotráfico o los carteles internacionales, pero en el nivel local, las Oficinas Regionales de Inteligencia (ORI) deben ser las encargadas de identificar y abordar los problemas específicos.
“La inteligencia estratégica es clave para analizar problemas como el narcotráfico, la minería ilegal o el crimen organizado. Hay que comprender cómo afectan estos factores a la economía nacional y la seguridad”, destacó Arbulú.
El especialista también abordó el tema de los recursos necesarios para combatir la delincuencia. En esa línea, criticó la falta de equipamiento y personal en las fuerzas de seguridad. “Tenemos una policía con vehículos en mal estado, radios que no funcionan y un número insuficiente de efectivos”, indicó Arbulú.
Esta situación dificulta que las autoridades puedan responder de manera efectiva ante los delitos. En relación a la falta de coordinación entre las instituciones de seguridad, Arbulú expresó: “La policía y los serenazgos deben trabajar en conjunto. No se puede permitir que haya tanto desorden en la gestión de la seguridad”. Según él, una colaboración más estrecha entre estas Fuerzas Armadas permitiría optimizar los recursos y aumentar la eficacia en las intervenciones.
Priorizar la seguridad en la gestión pública
Uno de los puntos más críticos fue la priorización de la seguridad. Arbulú insistió en que los gobiernos locales deben poner a la seguridad ciudadana como una prioridad absoluta en su agenda. “Hay recursos destinados a la seguridad, pero no se están ejecutando de manera eficiente”, indicó el experto, quien agregó que muchos presupuestos destinados a proyectos de seguridad no se gastan correctamente o se desvían hacia iniciativas menos urgentes.
“Mientras se siguen priorizando obras como canchitas de fútbol o parques, la gente sigue siendo víctima de la delincuencia. La seguridad debe ser la prioridad número uno”, subrayó Arbulú. Además, el especialista enfatizó la importancia de la educación y la inclusión social como soluciones a largo plazo para reducir la delincuencia. “Si no se actúa sobre las causas subyacentes de la delincuencia, como la falta de educación y las oportunidades laborales, seguiremos teniendo jóvenes atrapados en el crimen”, señaló.
Según Arbulú, el fomento de valores cívicos y el respeto a las leyes desde temprana edad son fundamentales para frenar el ciclo de violencia en las generaciones futuras. “El crimen no solo se combate con la policía, sino también con políticas públicas que generen oportunidades y valores en la sociedad”, agregó.
El jefe de Seguridad Ciudadana de la Municipalidad de Veintiséis de Octubre también resaltó que las decisiones deben ser drásticas frente a los criminales más peligrosos, como los sicarios y extorsionadores. “La ley debe ser implacable contra estos criminales. No podemos seguir tolerando la impunidad”, aseveró.
Para él, es esencial que la policía cuente con el apoyo necesario para hacer cumplir la ley, y que los ciudadanos se involucren activamente en la lucha contra la delincuencia. “Cuando la gente ve que las autoridades están comprometidas, también se comprometen a colaborar”, destacó. Finalmente, Eduardo Arbulú reveló una visión clara sobre la situación de la inseguridad en Piura. El especialista considera que, si bien los problemas no se resolverán de inmediato, se debe actuar de manera coordinada, prioritaria y con recursos bien distribuidos.
Para Arbulú, la clave está en mejorar la inteligencia, fortalecer la policía y crear políticas de inclusión social que ofrezcan alternativas a la juventud. “La seguridad es responsabilidad de todos, y no podemos seguir postergando las soluciones”, concluyó.