Norte Sostenible

Día Mundial del Turismo: los retos que enfrenta Perú en este sector

Por: Analí Valencia

Cada 27 de septiembre se celebra el Día Mundial del Turismo, fecha instituida en 1980 por la Organización Mundial del Turismo (OMT) para destacar la importancia social, cultural y económica de esta actividad. La conmemoración recuerda la adopción de los estatutos de la OMT en 1970, un hito clave en el desarrollo turístico a nivel global.

En el caso del Perú, el panorama se mueve entre avances y retrocesos. En 2024, el país fue distinguido como Mejor Destino Cultural del Mundo por los World Travel Awards. Un año después, en agosto de 2025, fue elegido miembro del Consejo Ejecutivo de ONU Turismo para el periodo 2025 – 2027, consolidando su liderazgo en la región. Sin embargo, estos reconocimientos también implican una mayor responsabilidad en materia de sostenibilidad y la urgente atención a los problemas estructurales que enfrenta el sector.

El reto de recuperarse tras la pandemia 

Aunque el Perú todavía no alcanza los niveles prepandemia, el turismo continúa siendo un motor económico clave. Solo en 2024, generó más de USD 4 millones en divisas por turismo receptivo y USD 6 millones por viajes internos, lo que representó el 2.9% del PBI y más de un millón de empleos.

No obstante, el crecimiento trae consigo costos medioambientales: emisiones de gases de efecto invernadero, sobreexplotación de recursos, contaminación de fuentes de agua y degradación de ecosistemas. 

Uno de los mayores retos sigue siendo la falta de infraestructura. Actualmente, el país cuenta con un solo aeropuerto de capacidad operativa internacional: el Jorge Chávez, en Lima. Incluso con la ampliación prevista, operará con una sola pista durante varios años.

El turismo en Perú enfrenta varios retos. Foto: Álvaro Franco/ Norte Sostenible.

Expertos advierten sobre la necesidad de descentralizar la conectividad aérea. Piura, Chiclayo, Iquitos y el nuevo aeropuerto de Chinchero en Cusco deberían contar con pistas aptas para vuelos de largo alcance.

“El Estado no ha acompañado la recuperación del turismo con la infraestructura necesaria. Muchas zonas emergentes carecen de servicios básicos, lo que limita su desarrollo”, señaló Rogers Valencia, exministro de Comercio Exterior y Turismo, a la revista Intercambio.

El patrimonio bajo amenaza

El Perú posee 13 sitios reconocidos por la Unesco como Patrimonio Mundial, pero al menos seis de ellos han sufrido daños entre 2020 y 2024 por invasiones, construcciones ilegales o actividades extractivas. Más de 60 sitios arqueológicos registran denuncias por vulneraciones. Las regiones más afectadas son Lima, La Libertad, Áncash, Arequipa, Ica y Cusco.

La concentración del turismo en Cusco y, particularmente, en Machu Picchu, ha convertido a la ciudadela inca en un símbolo global, pero también en una víctima de la sobreexplotación. El centralismo ha impedido que otros atractivos —como las playas del norte, la Amazonía o sitios arqueológicos en la costa— reciban la promoción e inversión necesarias.

Machupicchu corre el riesgo de perder su máxima categoría. Foto: Norte Sostenible.

En el caso de la joya del turismo nacional, Machu Picchu, este enfrenta una triple crisis: protestas de comunidades locales, advertencias de la organización New7Wonders sobre la pérdida de su estatus como Maravilla del Mundo y un colapso en la cadena turística por cancelaciones masivas.

La masificación turística, el crecimiento urbano no planificado y el cambio climático son los principales factores. A ello se suman denuncias sobre la venta irregular de boletos, conflictos sociales y presión económica sobre el sitio. El futuro exige diseñar experiencias sostenibles que respeten el carácter sagrado del sitio y aseguren su preservación.

La minería ilegal acorrala al turismo 

Las Líneas de Nazca tienen un profundo significado cultural e histórico para el Perú como testimonio de la avanzada civilización Nazca preincaica, su ingenio y creencias religiosas. Sin embargo, hoy enfrentan una amenaza persistente: la minería ilegal.  

Pese a que en setiembre de 2024, el Ministerio de Cultura advirtió que esta zona es “la más afectada por la minería ilegal” en todo el país, que opera sin supervisión ambiental ni respeto por el valor arqueológico del suelo, en junio de este año, publicó la Resolución Ministerial N.º 000207-2025-MC, mediante la cual se modificaba el área de protección de la Reserva Arqueológica de las Líneas y Geoglifos de Nasca y Palpa dando lugar a concesiones mineras en áreas vulnerables. 

En Trujillo, el Complejo Arqueológico de Chan Chan fue invadido por maquinaria pesada.

La medida implicaba una reducción de más del 42%: el área protegida pasaba de aproximadamente 5 600 km² a 3 200 km². Tras una ola de críticas y advertencias sobre su impacto patrimonial, se vio obligado a dar marcha atrás. Lo que sí queda claro es cómo la gestión cultural en nuestro país puede ceder ante presiones económicas y decisiones sin consulta técnica ni social.

En Trujillo, el Complejo Arqueológico de Chan Chan fue invadido por maquinaria pesada, que destruyó 600 m² de zona intangible en Semana Santa. En Caral, la civilización más antigua de América, su directora, la arqueóloga Ruth Shady, denuncia amenazas de traficantes de terrenos y la ausencia de protección policial.

Derrames petroleros: el otro enemigo

Los desastres ambientales también golpean la imagen turística del país. El 15 de enero de 2022, un derrame de más de 11 mil barriles de petróleo de Repsol contaminó las costas de Ventanilla. Dos años después, en diciembre de 2024, Petroperú protagonizó un nuevo derrame en las playas de Lobitos, Cabo Blanco y El Ñuro, en Piura, afectando a 228 hectáreas y a 2.500 familias.

Y como si fuera poco, en julio de 2025, vecinos de Lobitos denunciaron otro incidente en Punta Lobos B y Las Capullanas, una de las playas más concurridas por turistas.

Los derrames en el norte peruano contaminaron playas en Lobitos y Cabo Blanco. Foto: Andina.

La Amazonía tampoco escapa a este drama: en Loreto, los constantes derrames del Oleoducto Norperuano han contaminado quebradas y ríos que abastecen de agua a comunidades indígenas. Solo en 2025 se han registrado tres emergencias en Manseriche, Datem del Marañón.

Estos desastres evidencian la vulnerabilidad de dos sectores claves: el turismo y la pesca, ambos fundamentales para la economía de las regiones costeras y amazónicas.

Turismo sexual: un crimen que permanece oculto

Más allá de lo ambiental, el turismo en el Perú también enfrenta una crisis social invisibilizada: la explotación sexual. En 2024, de 1,762 víctimas registradas en delitos contra la dignidad humana, 692 fueron menores de edad. En Loreto, casi el 70% de los casos afectaron a niñas, niños y adolescentes.

Organismos internacionales alertan que Perú figura entre los destinos latinoamericanos con mayor vulnerabilidad frente al turismo sexual. Situación donde los hoteles han sido utilizados por los delincuentes para explotar sexualmente a menores de edad, lo cual pone de manifiesto el desconocimiento del sector turístico en esta problemática, así como la necesidad de que las empresas, como hospedajes, agencias de viaje, restaurantes y servicios de transporte, entre otros, incrementen sus esfuerzos para prevenir la ESNNA.

El futuro del turismo peruano dependerá de la capacidad del Estado, las comunidades y el sector privado.

Sin denuncias ni protocolos claros, el problema se mantiene en la sombra. Por lo tanto, el reto está en construir un turismo seguro y responsable que proteja tanto a comunidades como a los visitantes.

Con 13 sitios Patrimonio Mundial y una diversidad cultural y natural sin igual, el Perú tiene un potencial enorme. Sin embargo, la falta de infraestructura, el centralismo, la amenaza a los patrimonios, los derrames petroleros y la explotación sexual muestran que los reconocimientos internacionales contrastan con una débil gestión interna.

El futuro del turismo peruano dependerá de la capacidad del Estado, las comunidades y el sector privado para articular un modelo sostenible, inclusivo y descentralizado que permita crecer sin destruir aquello que nos hace únicos.

Foto de portada: Machupicchu corre el riesgo de perder su máxima categoría. Crédito: Andina.

A pesar de los reconocimientos internacionales, el turismo en Perú enfrenta graves problemas: infraestructura limitada, sobreexplotación de sitios arqueológicos, amenazas ambientales y patrimoniales, derrames petroleros y turismo sexual. Machu Picchu, una de las siete maravillas modernas del mundo, corre el riesgo de perder su máxima categoría.

27 septiembre, 2025