Por: Analí Valencia
Aunque sus poblaciones enfrentan serias brechas en servicios básicos, infraestructura vial y acceso a salud, diez municipalidades de la región Piura —tanto distritales como provinciales— apenas han ejecutado entre el 8% y 14% del presupuesto asignado para proyectos de inversión pública al primer semestre del 2025.
Según información del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), al cierre de junio, la Municipalidad Provincial de Ayabaca registra el más bajo nivel de ejecución en cuanto a inversión pública, con apenas 8,1% de los S/ 59 millones disponibles. La lista de menor ejecución también incluye a distritos como Santa Catalina de Mossa, Santo Domingo, Bernal y Suyo, que no superan ni el 9% de avance, pese a tener recursos millonarios destinados a obras. Esto quiere decir que la mayor parte del dinero está ahí, disponible, pero no se invierte en cerrar las brechas que más afectan a la población.
Cuando hablamos de inversión pública, nos referimos a los recursos que se usan en obras concretas: construcción de colegios, sistemas de agua, hospitales, carreteras, puentes o centros de salud. A diferencia del gasto corriente (que cubre sueldos o servicios básicos), este presupuesto sí transforma directamente la calidad de vida de la población.
Consultada sobre este tema, Juana Huaco, especialista en Gestión Pública y docente de la Universidad de Piura (UDEP), explica que el problema es la falta de capacidad técnica en los municipios y gobiernos regionales.
“No hay capacidad de preparar buenos expedientes técnicos, ni de hacer seguimiento adecuado a los procesos. Año tras año estamos en lo mismo. Tenemos los recursos, tenemos las necesidades, pero no ejecutamos nada. Y eso solo refleja falta de gestión”, señala.
Huaco también critica la visión individualista de algunas autoridades, que priorizan “miniobras” con fines políticos. “Las autoridades prefieren hacer vereditas o parcheos de pistas porque ya se van del cargo. Como no podrán inaugurar obras grandes, no las hacen. Pero eso retrasa el desarrollo de toda la región”, enfatiza.
La misma inercia en el Gobierno Regional y la comuna provincial
Pero no solo los municipios enfrentan problemas para gastar: el Gobierno Regional de Piura tampoco logra ejecutar ni la mitad de su presupuesto para inversión pública. Según el mismo portal de Transparencia Económica, Piura se ubica en el puesto 15 a nivel nacional entre los 25 gobiernos regionales, con un avance de apenas 37%, pese a tener un PIM superior a los S/ 1,300 millones.
Este porcentaje lo coloca por debajo de regiones como Junín (57.2%) o Amazonas (52.2%) y muy lejos del nivel ideal para esta altura del año.
“Es preocupante que no se logre ni el 50% de ejecución a mitad del año, más aún en una región con tantos problemas estructurales. La desidia es evidente”, señala Juana Huaco, especialista en Gestión Pública y docente de la Universidad de Piura.
Al igual que el Gobierno Regional, que apenas ha ejecutado el 37% de su presupuesto, la Municipalidad Provincial de Piura solo ha gastado el 31,5% de su presupuesto asignado para proyectos de inversión. La gestión de Gabriel Madrid, impulsor férreo del criticado Parque de las Aguas, tampoco ha resultado eficiente a junio de este año.
“Hay dinero, pero no hay capacidad técnica”
Para Huaco, los bajos niveles de ejecución tanto en distritos como en el gobierno regional se deben a una combinación de falta de capacidad técnica y visión cortoplacista. “Tenemos el dinero, tenemos las necesidades. Lo que falta es voluntad de planificar y formar equipos técnicos capaces de formular y sustentar proyectos de impacto”, explica.
La especialista remarca que muchas obras grandes —como la descolmatación del río Piura, el mantenimiento de puentes o el mejoramiento de vías hacia Ayabaca y Huancabamba— se postergan porque las autoridades prefieren hacer ‘miniobras’ que puedan inaugurar antes del fin de su gestión.
“Hay una lógica individualista. No se priorizan obras que duren más de un año porque no podrán cortar la cinta. Eso nos condena a seguir parchando veredas mientras los problemas reales siguen sin resolverse”, añade.

“Gastan, pero sin planificación”
En contraste con el rezago general, algunos municipios distritales como Los Órganos (73%) o provincias como Sullana (49%) han mostrado una ejecución destacada. Son ejemplos que demuestran que cuando hay planificación y liderazgo, sí se puede avanzar, incluso con menos recursos.
Huaco también advierte que no basta con ejecutar dinero: hay que hacerlo bien. “Nos dirán en diciembre que gastaron el 80% del presupuesto, pero ¿en qué? En obras mal hechas, sin sostenibilidad, que en dos años ya estarán deterioradas. Se trata de gastar con planificación, con visión de desarrollo”, agregó.
Además, cuestionó la falta de diálogo entre los tres niveles de gobierno: “No hay coordinación entre el Gobierno Regional, los municipios y el Ejecutivo. Por eso vemos caos en obras, desorden en transporte y un clima de inseguridad que desalienta la inversión”, indicó.
Uno de los mayores riesgos, según Huaco, es que al final del año se aceleren los gastos solo para “cumplir” con la ejecución, sin que eso implique calidad en las obras.
“No nos debe sorprender que en diciembre digan que gastaron el 80%, pero en obras mal hechas, sin planificación, que en dos años colapsan. Eso no es desarrollo. Es maquillaje. El desarrollo no llega con vereditas ni con estadísticas maquilladas. Llega con obras de impacto, con planificación y con autoridades que piensen en la comunidad, no en su reelección”, concluye Huaco.
Las tareas pendientes
Con la especialista coincide el decano del Colegio de Ingenieros de Piura, Manuel Asmat, quien considera que los municipios deberían reforzar sus áreas técnicas, contratar personal calificado y realizar diagnósticos internos.
Obras como la descolmatación del río Piura, la construcción de nuevas represas o el mantenimiento de puentes siguen sin avances claros. Aunque el gobernador regional Luis Neyra afirma que están “dejando los primeros pasos para el futuro”, ambos especialistas concuerdan en que una gestión de cuatro años es suficiente para avanzar en la gestión de componentes de estos megaproyectos.
Asmat también exhortó a las municipalidades y al Gobierno Regional a revisar sus causas internas de bajo rendimiento. “7% es bastante preocupante. La ejecución de proyectos genera desarrollo y eso no puede detenerse. Hay que mirar si sus áreas cuentan con el personal adecuado. Necesitamos reforzar las áreas de ejecución y tomar acciones correctivas para recuperar el atraso”, indicó.
Sobre los proyectos a priorizar, el decano insistió en que, si bien pistas y veredas mejoran la calidad de vida, se necesita una mirada más estratégica y articulada. “Las municipalidades deben coordinar con el Ministerio de Vivienda para ejecutar proyectos de saneamiento. Además, las obras deben ser bien supervisadas para que sean duraderas. Los recursos son del Estado, debemos cuidarlos”, acotó.
Al ser consultado sobre la baja ejecución a mitad de año, el gobernador regional, Luis Neyra, aseguró que su gestión ya tiene una estrategia para revertir la situación.“El gasto va subiendo progresivamente. A partir de agosto, septiembre, crece sustancialmente. Este año vamos a ejecutar el 100% del gasto de inversión”, dijo.
Neyra explicó que han reducido el número de proyectos del Plan Anual de Inversiones para enfocarse en obras integrales. “Estamos sincerando proyectos para ser más eficientes, con la finalidad de que salgan proyectos integrales en paquete. Hay que entender que en el último año de la gestión anterior se devolvieron más de 600 millones de soles. Eso es un pecado”, concluyó.