El gerente de la EPS Grau, Marco Tulio Vargas, explicó en el programa Piura Sostenible, los alcances del proyecto de Ampliación de la Planta de Curumuy, una obra que tomará 3 años y mejorará la producción de agua potable en la ciudad. No obstante, dijo que no será suficiente para abastecer las 24 horas del día a los ciudadanos.
“De acuerdo a los cálculos que se han hecho, se estima que la población va a tener un promedio de 18 horas diarias de agua. Normalmente, las últimas 6 horas son las horas en que la gente descansa, a excepción de los que trabajan de noche”, indicó.
El proyecto, que ha sido recibida con optimismo por las autoridades locales y la población, marca un paso significativo en la búsqueda de soluciones a la problemática del agua potable en Piura. No obstante, el suministro de 24 horas diarias sigue siendo un reto a largo plazo, lo que refuerza la necesidad de seguir trabajando en más proyectos complementarios para cubrir la demanda de la región.
“La planta actualmente tiene 600 litros por segundo y se está ampliando con 2,000 litros por segundo; es decir, estaríamos llegando a 2600 litros por segundo”, precisó.
Vargas añadió que la crisis hídrica tiene múltiples causas, entre ellas la falta de inversión en infraestructura hidráulica durante décadas. Asimismo, señaló que Poechos, el principal reservorio, está operando al 40% de su capacidad, y no existe infraestructura que permita aprovechar el agua de lluvias en el río Piura, lo que ocasiona la pérdida de millones de metros cúbicos de agua que van directamente al mar. Esta situación se ve agravada por el cambio climático, que ha reducido las precipitaciones tanto en el Perú y países vecinos como Ecuador.
El gerente de la EPS Grau agregó que la demanda actual de agua potable es de entre 2,200 y 2,400 litros por segundo, mientras que la capacidad de producción en Piura es de apenas 1,500 litros por segundo. Esta brecha ha generado cortes programados y restricciones en el servicio, lo que ha afectado especialmente a las zonas más vulnerables, donde los habitantes solo reciben agua potable entre 4 y 6 horas al día.
“Tenemos 29 pozos activos que producen entre 800 y 900 litros por segundo. Eso, si lo sumamos con la planta, son 1500 litros, pero se requieren entre 2,200 y 2,400 litros por segundo. Eso quiere decir que no alcanza y por eso hay restricciones. Hay zonas donde se les abastece 4 horas al día, 6 horas al día, hay zonas donde por la misma topografía tienen la facilidad de tener agua las 24 horas», explicó.
Para superar esta crisis hídrica, se están implementando varios proyectos, como la ampliación de la planta de tratamiento de Curumuy, que cuadruplicará su capacidad de producción de 600 a 2,600 litros por segundo en un proyecto que tomará tres años en completarse, y se espera que con esta ampliación el suministro promedio de agua alcance las 18 horas diarias en la región.
“Venimos insistiendo ante el Ministerio de Vivienda para que en este proyecto de Curumuy se incluya un sistema de abastecimiento de agua cruda que no sea tan vulnerable. Actualmente dependemos del Canal Daniel Escobar y cuando se corta el servicio del agua tenemos graves problemas de abastecimiento. Estamos planteando que se construya al lado de la planta de tratamiento un reservorio de agua cruda para que por lo menos tengamos almacenamiento de 15 días de agua. La otra alternativa que hemos planteado también es que se traiga el agua entubada hasta Curumuy para asegurar que el agua que viene en esa tubería sea única y exclusivamente para la población. Pues, existe un sin número de agricultores que hacen uso del canal a través de motobombas y cuando hay problemas como el que venimos atravesando, no respetan ni siquiera los acuerdos y se roban el agua”, indicó.
Además, se proyecta la construcción de reservorios y pozos para mejorar el abastecimiento, lo que requerirá una inversión estimada de 1,000 millones de soles, fondos que están siendo gestionados por el gobierno central. Sin embargo, las autoridades advierten que aún pasará un tiempo antes de que la ciudad cuente con un suministro continuo y suficiente para satisfacer la demanda de toda la población.
Solo el 40% de los hogares tiene acceso continuo a agua potable
La región Piura enfrenta una grave crisis hídrica que afecta directamente a miles de ciudadanos. Pese a que algunas zonas urbanas disfrutan de 24 horas de servicio de agua potable, hay localidades que solo reciben cuatro horas al día o, en el peor de los casos, cada dos días. En promedio, el suministro de agua se limita a 14 horas diarias, lo que deja a un significativo 40% de la población sin acceso regular a este recurso básico.
El ingeniero responsable de la EPS Grau ha explicado que actualmente solo se produce el 60% del agua que Piura necesita para abastecer a toda su población, lo que provoca restricciones en el suministro, con muchas zonas que reciben agua potable durante unas horas al día.
Empresa insolvente e insostenible
La deuda financiera de la EPS Grau, que asciende a más de 300 millones de soles, ha agravado la situación de la crisis hídrica en Piura. Desde el 2001, la empresa se encuentra en un proceso concursal que limita su capacidad de operación y genera sobrecostos en la reparación de infraestructuras. Para hacer frente a esta crisis económica, se ha propuesto un proyecto de ley que permitiría capitalizar las deudas y convertir al Estado en socio de la empresa, lo que ofrecería una posible salida a largo plazo.
«Una de las soluciones planteadas es capitalizar las deudas y transformar la empresa en una asociación pública-pública, que involucre al gobierno central y municipal en su gestión para evitar su colapso definitivo. El gobierno central con las municipalidades entrarían y con la posibilidad de que esta deuda que se pasa a capital podría recomprar la EPS Grau en un plazo máximo de 30 años”, acotó Vargas.
A esto se suman problemas de conexiones clandestinas, lo que contribuye a que más del 50% del agua no sea facturada, lo que afecta directamente a los ingresos de la empresa y agrava su estado financiero.
“Tenemos el 56% de agua no facturada, y eso porque hay una serie de conexiones clandestinas, hay urbanizaciones enteras que todavía no han sido recepcionadas por la EPS Grau y, sin embargo, vienen usufructuando el servicio, hemos iniciado una campaña agresiva y hemos empezado por las zonas residenciales donde hemos detectado conexiones clandestinas como en Los Ejidos. Allí hay gente que tiene conexión de 4 ó 5 años y nunca ha pagado un sol de agua», indicó.
Crecimiento desordenado de la ciudad
El ingeniero compartió varias perspectivas sobre la crisis de abastecimiento de agua y destacó que, si bien las inmobiliarias han sido vinculadas con la situación, no son la causa principal del problema. Más bien, el crecimiento desordenado de las ciudades y la falta de planificación adecuada han generado pérdidas y conexiones irregulares al sistema de agua. En este sentido, proyectos como las represas en Alto Piura o iniciativas de saneamiento son cruciales para manejar el agua eficientemente.
El ingeniero Vargas también mencionó que las inmobiliarias ahora son obligadas a buscar sus propias fuentes de agua, como pozos subterráneos, y algunas están colaborando en proyectos más amplios que no solo beneficiarán sus jurisdicciones, sino también a la población en general. Un ejemplo es la colaboración entre Galilea y Los Portales, que están trabajando en la mejora de una planta de tratamiento.
El Alto Piura y las zonas de playa
Con respecto al proyecto hidroenergético Alto Piura, Vargas resaltó la importancia de los cuatro reservorios planificados, los cuales almacenarían hasta 500 millones de metros cúbicos de agua, que beneficiarían tanto a la agricultura como a las poblaciones cercanas. Sin embargo, la paralización de estas obras se debe a cuestiones políticas, a pesar de que ya se ha invertido en túneles y otras infraestructuras.
En cuanto a los desafíos en zonas específicas como Lobitos, Máncora y Los Órganos, el ingeniero explicó que ya se están tomando medidas para mejorar el abastecimiento de agua. Los proyectos en estas áreas incluyen la rehabilitación de pozos y reservorios, y la construcción de nuevas infraestructuras para llevar agua directamente a las zonas afectadas.
“Con respecto a Lobitos, estamos trabajando con el alcalde un proyecto para rehabilitar el reservorio 3015 y hacer una nueva línea de conducción de agua, ya que la actual atraviesa todo el cono norte de Talara y esos asentamientos humanos, donde la mayoría son ilegales , se roban el agua y evitan que llegue a Lobitos. El planteamiento es hacer una línea directamente a Lobitos sin pasar por los asentamientos. Con respecto a Órganos y Máncora, tenemos que reemplazar dos pozos que fueron siniestrados. Cuesta 13 millones de soles; el reservorio más los dos pozos”, explicó.
Finalmente, el ingeniero indicó que en un contexto de cambio climático, la empresa está evaluando nuevas tecnologías, como la desalinización y el tratamiento de aguas residuales, para reutilizarlas en riego y otras actividades. Se espera que estos proyectos, junto con la planta de tratamiento de Curumuy, estén operativos en los próximos años y mejoren significativamente la situación del agua potable en Piura.