Aunque desde el 2015 en Perú se encuentra prohibida la construcción de nuevas embarcaciones pesqueras, en un recorrido realizado por Norte Sostenible en las caletas de Sechura y Paita comprobamos que se siguen fabricando. Por ese motivo, y debido a que estas naves ilegales contribuyen a la depredación del mar, ayer el gobierno peruano modificó el código penal y dos decretos legislativos para sancionar con cárcel la construcción de embarcaciones pesqueras.
La Ley 31982, publicada en el diario El Peruano, regula la construcción o modificación ilegal de embarcaciones pesqueras e incorpora precisiones al régimen de interdicción regulado por el Decreto Legislativo 1393. De esa manera se faculta a los administradores de justicia (Fiscalía, Policía y a la Dirección de Capitanías y Guardacostas) a interdictar las naves pesqueras construidas de forma ilegal, después del 2015.
A partir de ahora en el Código Penal se incluye el artículo 308-E “Construcción y modificación ilegal de embarcaciones pesqueras”. Dicho artículo señala que quien construya, haga construir una embarcación o modifique su capacidad de bodega sin el permiso respectivo o durante la prohibición, podrá ser penado con 3 a 5 años de cárcel y con 180 a 400 días de multa. La misma sanción alcanza a quienes adquieran, transporten o custodien estas embarcaciones; así como a quienes financien y promuevan este tipo de acciones.
Depredación e informalidad
Norte Sostenible comprobó que en las caletas de Parachique (Sechura), La Tortuga y La Islilla (Paita) se construyen nuevas embarcaciones en patios, corralones o al aire libre, ante la mirada de los transeúntes. Incluso, en Parachique hay una calle llena de astilleros informales, donde sobresalen imponentes esqueletos de madera que luego irán al mar.
En 2015, debido a la gran cantidad de embarcaciones, el gobierno peruano prohibió la construcción de barcos artesanales, mediante el Decreto Supremo 006-2015 Produce. Sin embargo, esta actividad ha continuado sin que las autoridades la pudieran detener. Los efectos son evidentes en todas las caletas de Piura y Lambayeque que visitamos. Los pescadores artesanales se quejan de que no hay recurso y que deben ir cada vez más lejos en busca de pescado.
Todos coinciden en que el cambio climático ha alterado el ecosistema marino, pero también son conscientes de la depredación por parte de la pesca industrial y de la pesca artesanal. Uno de los problemas es la enorme cantidad de naves artesanales. En la actualidad se estima en más de 18 mil embarcaciones artesanales.
Sobre la aprobación de la ley que regula la construcción de naves ilegales, Percy Grandez, especialista legal de Gobernanza Marina de la Sociedad Peruana de Derecho Ambiental, señaló que es un buen paso hacia el ordenamiento en el mar peruano y la protección de recursos marinos.
“La incorporación de este delito al Código Penal es un importante avance en la lucha contra la pesca ilegal, pues permitirá que las fiscalías puedan ejecutar acciones de interdicción contra las embarcaciones construidas de forma ilícita y que están poniendo en riesgo la sostenibilidad de las pesquerías. Ahora toca que el Ministerio Público, con el apoyo de la Dirección de Capitanías y el Ministerio de la Producción, inicien operativos de interdicción para garantizar la aplicación de este nuevo delito ambiental”, señaló.