Norte Sostenible

Pobreza, informalidad y baja inversión frenan el desarrollo de Piura

A cinco años del plazo para cumplir la Agenda 2030, Piura continúa rezagada frente al promedio nacional. Así lo advirtió el economista Humberto Correa, decano de la Facultad de Economía de la Universidad Nacional de Piura (UNP), durante el Encuentro Económico Regional organizado por el Banco Central de Reserva del Perú (BCRP), donde analizó las causas del estancamiento social y económico de la región.

“El crecimiento de Piura ha sido bajo y no se traduce en mejores condiciones de vida. No hemos alcanzado ni el 30% de la Agenda 2030”, expresó Correa con preocupación.

El concepto de convergencia, explicó el economista, mide cuánto se acercan las regiones menos desarrolladas al promedio nacional o a las más avanzadas. En ese sentido, Piura sigue lejos de alcanzar ese punto de equilibrio.

“Convergencia significa cuánto me acerco al mejor o al promedio, y nosotros estamos por debajo de ello”, precisó Correa.

Las cifras respaldan su diagnóstico. Piura ocupa el puesto 18 en pobreza y el 16 en competitividad, según los últimos indicadores nacionales. “Estos resultados —agregó— demuestran que la falta de progreso no solo es responsabilidad del Gobierno central, sino también de las autoridades regionales, locales, de la sociedad civil y del sector empresarial”.

El académico lamentó que “la región no se merece las condiciones de vida que le está dando a nuestros hijos y a nuestros nietos”, y advirtió que, de no corregirse el rumbo, Piura podría quedar aún más atrás en los próximos años.

Uno de los principales obstáculos, según Correa, es la alta informalidad laboral, que afecta al 70% de la población, con un 55% concentrado en el sector agrícola. “Esto refleja la baja calidad del capital humano y la falta de preparación para afrontar los retos de la productividad”, señaló.

El panorama educativo es otro punto crítico. Los bajos niveles de comprensión lectora y matemática —especialmente en los grados superiores de primaria y secundaria— agravan el problema.

“Si no priorizamos la calidad, nuestros jóvenes solo servirán para trabajos comunes: recoger una escoba, cavar un hoyo, plantar algo y nada más”

La falta de educación de calidad, subrayó, limita las oportunidades de empleo formal y perpetúa la pobreza. “Nos hemos descuidado como sociedad civil de tener objetivos claros y reclamar lo que merecemos”, sentenció.

A cinco años de la meta de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, Correa afirmó que Piura apenas ha avanzado un tercio en sus objetivos. “No hemos logrado ni el 30% de las metas planteadas”, declaró.

El economista cuestionó la baja ejecución presupuestal de los gobiernos locales y regionales. En muchos casos —aseguró— existen municipalidades que programan cero y ejecutan cero, incluso en funciones básicas como la recolección de basura o el mantenimiento de parques.

La falta de capacidades técnicas para formular y sustentar expedientes técnicos continúa siendo un problema estructural. “Hay muchos errores en la formulación, lo que retrasa las obras”, comentó. A esto se suma la tendencia a atomizar la inversión pública, lo que genera empleos temporales y de bajo impacto.

“No se puede seguir haciendo pequeñas obras que duran un mes o dos. Se necesita planificación estratégica para crear empleo sostenido”

Correa también llamó la atención sobre las graves deficiencias en infraestructura básica, particularmente en el sector salud.

“No es posible que recién en tres o cuatro años tengamos un hospital de alta complejidad en Piura, siendo la segunda región más poblada del país con 2,2 millones de habitantes”, sostuvo.

El académico comparó la situación con la de países vecinos: “En Colombia hay ciudades de 100 mil habitantes que ya cuentan con hospitales de alta complejidad. Eso muestra lo rezagados que estamos en planificación sanitaria”, dijo.

El impacto del cambio climático es otro de los factores que frena la estabilidad económica regional. Las variaciones térmicas afectan la productividad agrícola, uno de los principales motores económicos de Piura.

“Medio grado centígrado puede hacer que se pierda una cosecha completa”, alertó Correa.

Estas pérdidas, añadió, no solo afectan la economía de las familias rurales, sino que agravan problemas como la anemia y la malnutrición infantil.

Respecto a la minería, Correa planteó que los proyectos mineros pueden representar una oportunidad de desarrollo si los recursos del canon se utilizan de manera eficiente y transparente.

“La minería puede dinamizar la economía si se administran bien los recursos y se generan empleos formales”, señaló.

En el caso del proyecto Río Blanco, uno de los más polémicos de la región, el economista destacó que el reto principal es reconstruir la confianza social. Propuso mirar experiencias internacionales, como la de la provincia de Alberta, en Canadá:

“Allí, la población no paga impuestos y recibe un bono anual gracias a la minería y al petróleo. Eso demuestra que la convivencia entre agricultura y minería es posible si hay transparencia y beneficios compartidos”.

Para el decano de Economía de la UNP, Piura tiene potencial, pero carece de rumbo. Superar las brechas en educación, institucionalidad y gestión pública será clave para alcanzar el desarrollo sostenible.

“Tenemos recursos, talento y ubicación estratégica, pero sin planificación ni objetivos comunes seguiremos lejos de la convergencia”, concluyó Correa.

Durante el encuentro regional del BCRP, el economista y decano de la Facultad de Economía de la UNP, Humberto Correa, advirtió que Piura no ha logrado ni el 30% de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030. Según explicó, la región enfrenta un rezago estructural en pobreza, competitividad, informalidad y calidad educativa, lo que la mantiene por debajo del promedio nacional. “No merecemos las condiciones de vida que le estamos dando a nuestros hijos y nietos”, señaló el académico, quien pidió una mayor articulación entre autoridades, sociedad civil y empresa privada para revertir esta situación.

7 octubre, 2025