Norte Sostenible

La Corte Suprema debe blindar Paracas y frenar la ofensiva de la pesca industrial

La Reserva Nacional de Paracas (RNP), uno de los baluartes de la biodiversidad marina en el litoral peruano, enfrenta un momento crítico. La Corte Suprema tiene en sus manos una decisión que sentará un precedente decisivo para la protección de todas las Áreas Naturales Protegidas (ANP) marinas del país. La controversia enfrenta al Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (Sernanp) y al gremio más influyente del sector extractivo, la Sociedad Nacional de Pesquería (SNP). Este último busca flexibilizar la prohibición que ha mantenido a la pesca industrial fuera de estos espacios durante más de dos décadas.

La disputa legal se encuentra actualmente en la Corte Suprema, tras una audiencia de apelación celebrada el 7 de noviembre. El debate central gira en torno a si la normativa ambiental debe actuar como un escudo protector de los ecosistemas o si puede ser modificada para «compatibilizar» la actividad económica de gran escala con la conservación.

En junio de 2024, el Poder Judicial rechazó la demanda inicial de la SNP, un fallo de primera instancia que ahora se busca ratificar.  “La pesca industrial, como bien indicó el procurador del Estado, Luis Huerta, está prohibida en nuestras áreas naturales protegidas (ANP) desde hace más de 24 años. Pretender impugnar esta norma no solo atenta contra la finalidad de la ley que regula estas zonas, sino que es extemporáneo.La decisión final tendrá un impacto en el futuro de todas las áreas marinas protegidas del ámbito nacional”, señaló Oceana en un comunicado. 

El fallo de la Corte Suprema sentará un precedente en nuestro país. Foto: Alejandra Thaís/ Inforegión.

La estrategia industrial y el riesgo de precedente

La prohibición de la pesca industrial en las ANP no es una medida reciente; está vigente desde el reglamento de la Ley de Áreas Naturales Protegidas aprobado en 2001. Esta norma prohíbe de forma clara la actividad industrial dentro de estas zonas.

Sin embargo, el abogado de la SNP, Samuel Abad Yupanqui, cuestionó la Directiva 006-2021 del Sernanp, argumentando que las normas deben buscar una solución «equilibrada» y «razonable» que permita la pesca de mayor escala con controles específicos. El letrado intentó deslindar el proceso de Paracas, sosteniendo que lo que se resuelva «no incidirá en Paracas».

La prohibición de la pesca industrial en las ANP no es una medida reciente; está vigente desde el reglamento de la Ley de Áreas Naturales Protegidas aprobado en 2001.

Esta postura fue desmentida por el procurador constitucional Luis Alberto Huerta Guerrero, representante del Estado, quien recordó que la SNP acudió expresamente al Sernanp en octubre de 2023 solicitando autorización para que sus agremiados pesquen en Paracas, cuestionando la norma vigente desde 2001. El procurador advirtió que la estrategia de la SNP es parte de una ofensiva más amplia para debilitar los marcos de protección ambiental del mar peruano.

El concepto de «equilibrio» defendido por la gran industria y por actores como el expresidente del Tribunal Constitucional, Ernesto Blume, ignora el propósito fundamental de las ANP, que es garantizar la conservación efectiva de ecosistemas frágiles. Además, la comparación con la Reserva Nacional Dorsal de Nasca, donde excepcionalmente se permite la pesca industrial, es «engañosa», ya que esa excepción está siendo impugnada judicialmente por ser contraria al principio de conservación.

Proteger Paracas es proteger la sostenibilidad de nuestro mar. Foto: Sernanp.

Pescadores: «Sería el fin de la pesca»

Para los pescadores artesanales que dependen directamente de la salud de la RNP, la ratificación del fallo es una cuestión de supervivencia económica. Las voces de la costa advierten sobre el riesgo de permitir el ingreso de flotas con capacidad de extracción masiva.

José Hernández, miembro del Comité de Gestión de la Reserva Nacional de Paracas, destacó la abismal diferencia entre ambas actividades extractivas. Mientras que las embarcaciones artesanales más grandes solo tienen una capacidad de 10 toneladas (y las más pequeñas de 3 toneladas), los barcos industriales pueden almacenar entre 800 y 1200 toneladas.

El pescador fue enfático sobre el riesgo inminente: “Permitir que estas embarcaciones ingresen sería el fin de la pesca artesanal en el futuro”, dijo a Norte Sostenible. Además, confirmó que el proceso se encuentra a la espera de la resolución de la Corte Suprema, y manifestó la expectativa de la comunidad pesquera artesanal de Pisco de que el fallo sea positivo, lo que garantizaría la tranquilidad de la comunidad.

Respecto a la situación en el Congreso, Hernández mencionó que hay tres proyectos de ley que buscan ponerle «el candado» a la reserva, pero están siendo dilatados por congresistas que tienen conflictos de intereses y están del lado de los industriales.

Consultado sobre la intención de la pesca industrial de ingresar a la RNP, el viceministro de Pesca, Jesús Barrientos, reconoció la complejidad del momento. Indicó que el tema está judicializado y que, por el momento, la entidad ha ordenado una opinión técnica. Barrientos subrayó el compromiso de cuidar las 200 millas y que el sector acatará las funciones y competencias del Sernanp.

Ecosistema en peligro

La preocupación de científicos y expertos marinos radica en los métodos de extracción. A diferencia de las embarcaciones artesanales que generan un impacto mínimo, las naves industriales operan con redes gigantes que «arrasan con todo a su paso».

Estas redes provocan el enmallamiento masivo de diversas especies, atrapando no solo peces, sino también fauna no objetivo como ballenas, delfines y tortugas. Permitir esta actividad dentro de las ANP pondría en riesgo cadenas alimenticias vitales y agravaría la vulnerabilidad de especies marinas.

Una decisión favorable a la SNP no solo debilitaría Paracas, sino que también sentaría un peligroso referente, que podría extenderse a otros espacios protegidos donde actualmente están prohibidas industrias de gran escala.

La urgencia es palpable: la Corte Suprema está llamada a proteger el patrimonio natural del país y a reafirmar el principio de conservación que ha regido el litoral peruano durante más de dos décadas. La resolución que se dicte definirá si Perú opta por la conservación efectiva o si abre la puerta a la extracción sin límites en sus zonas marinas más valiosas.

Foto de portada: Walter Wust

La Reserva Nacional de Paracas se encuentra en el epicentro de una disputa judicial que decidirá el modelo de gestión del mar peruano. Científicos y pescadores artesanales solicitan a la Corte Suprema ratificar el fallo de primera instancia y mantener la prohibición vigente desde 2001, advirtiendo que permitir el ingreso de flotas de gran escala significaría el agotamiento de los recursos y la ruina de los ecosistemas marinos. Se trata de un fallo que decidirá la sostenibilidad de los recursos marinos.

15 noviembre, 2025