Por: Analí Valencia
Los vecinos del asentamiento humano Villa Hermosa, en el distrito Veintiséis de Octubre (Piura), denunciaron que la Municipalidad Distrital estaría incumpliendo la promesa de construir un parque ecológico y, en su lugar, ejecuta una obra que prioriza cemento y estructuras rígidas. La comunidad afirma sentirse engañada y señala que la intervención ha implicado la tala de más de una decena de árboles y la destrucción del hábitat local.
Los trabajos —que según los residentes comenzaron hace casi dos meses— implicaron la eliminación de una zona verde construida y cuidada por los propios vecinos durante más de dos décadas.
Los moradores reportan que han sido talados entre 10 y 15 árboles, entre ellos frutales, algarrobos jóvenes y un pino que fue traído de las alturas de Piura.
La intervención, aseguran, ha afectado a la fauna que habitaba en el área. “Ya contaminaron el ambiente, ya derribaron el hábitat de muchos de los pacos, ardillas y guanas que vivían aquí”, relataron.
El punto central del reclamo vecinal es que la obra no corresponde al concepto de un parque ecológico. Los residentes aseguran que nunca solicitaron veredas, bancas ni juegos recreativos.
“Aquí queríamos un parque abierto, no bancas, no juegos, no cemento, no más rotondas. Un parque donde uno pueda caminar, disfrutar con sus hijos”, afirmó una vecina.

Otro residente fue más directo y aseguró que «nos han tomado el pelo, porque un parque ecológico no se siembra con cemento”.
Los vecinos consideran que la municipalidad está ignorando el contexto climático y las necesidades ambientales de Piura. “Estamos en pleno siglo XXI, con calentamiento global. Lo que necesitamos es forestación, no cemento”, expresaron.
Advirtieron, además, que este diseño terminará incrementando el calor en la zona: “El cemento nos da un ambiente seco y va a aumentar mucho más el calor que ya conocemos”.
Un esfuerzo vecinal de 23 años ignorado
Los moradores recordaron que el terreno estuvo abandonado durante años y que fueron ellos quienes impulsaron su recuperación mediante faenas comunales.
“De nuestros propios fondos trajimos pasto, plantas, frutales. Antes esto era un pampón donde botaban basura”, explicaron. Por eso, consideran que la municipalidad “destruyó un ecosistema que había tomado años construir”.
Los vecinos señalan que el proyecto se ejecutó sin brindar información clave pues nunca se presentó un plano, mucho menos un expediente técnico. Tampoco se colocó un cartel de obra ni el valor del proyecto.

Si bien hubo un taller participativo inicial, los residentes indican que no se socializó el expediente técnico final. “Todos queríamos un parque abierto, un parque ecológico, pero no lo que están haciendo ahora”, recordó un participante del taller.
La vecina Tatiana Castro de Hernández reforzó esa posición y dijo que «no pedimos un proyecto de cemento. Pedimos un parque ecológico abierto. Fuimos claras al pedir eso”.
Un reclamo que busca sentar precedente
Los vecinos esperan que su denuncia marque un antes y un después, sobre todo en los parques de la región. “Queremos que las autoridades reflexionen; el desarrollo también implica árboles, mucho más en una ciudad como la nuestra que sufre por mucho calor”, señalaron.
El caso de Villa Hermosa se suma a otras controversias recientes sobre la eliminación de áreas verdes en Piura, como la tala de árboles en el Parque de las Aguas y el proyecto en la Av. Don Bosco, donde se retiraron cientos de algarrobos.
Hasta el cierre de este informe, la Municipalidad de Veintiséis de Octubre no ha brindado respuesta oficial sobre esta obra cuestionada por vecinos y expertos como Guillermo Checa.