Por Pedro Castro Balmaceda, Comunicador Social y Administrador
Los piuranos que estamos en contra de las arbitrariedades del alcalde no estamos en contra del progreso de Piura, sino de que sigan haciendo de esta ciudad su chacra.
Un millonario e innecesario proyecto para una ciudad como Piura, sumida en la precariedad aumentada por un inescrupuloso alcalde incapaz de recapacitar ante su catastrófica gestión, tiene agotados a los piuranos.
El alcalde quien, cegado por la soberbia de los corifeos que le soplan al oído que es el supuesto mejor alcalde del Perú (para lo cual bastaría caminar cinco minutos por el centro de la ciudad para verificar que es todo lo contrario) ha generado que la población piurana se lamente por sus malas decisiones electorales.
Estas últimas semanas el enfrentamiento por la construcción del “Parque de las Aguas” llegó a niveles de la prensa chicha de la época dorada del fujimorismo. Un denigrante video difamando a la directora de la asociación “Vigilia Ciudadana”, Mela Salazar, tildándola de clasista, racista y llamando sociópatas a los vecinos de la urbanización “Santa Ana”, entre otros calificativos, corrió por las redes sociales, buscando hacer mella en los opositores del proyecto. Tal vez con la intención de paralizar acciones y bajar las revoluciones de las protestas que se vienen dando por el ecocidio masivo que significa destruir todo ese hábitat y reemplazarlo por cemento, pero el efecto no fue el esperado, porque la indignación ciudadana incrementó en contra del burgomaestre piurano.
Estos seudo comunicadores que pululan alrededor del alcalde -en vez de intentar ser un mal remedo de Montesinos- deberían aconsejarle que baje al llano, que dé la cara y le explique a la población cómo fue que el proyecto inicial “Mejoramiento del Servicio de Recreación Activa y Pasiva en el Parque Néstor Martos de la Urbanización Santa Ana” pasó de casi tres millones de soles a casi 15 millones con el “Mejoramiento de los servicios públicos de integración económica y social, creación del circuito de aguas y anfiteatro en el parque Néstor Martos de la urbanización Santa Ana”, bajo el mismo código 2500845; cuando el primero solo contemplaba trabajos de mantenimiento simples, sin afectar el ecosistema, mientras que el nuevo proyecto termina siendo un expediente de un parque completamente nuevo con características inversas al inicial. ¿Qué entidad aprobó el incremento en casi 500% del costo inicial y bajo qué argumentos técnicos?
Finalmente, lo que debe quedar claro es que los piuranos que estamos en contra de las arbitrariedades del alcalde, no estamos en contra del progreso de Piura, sino de que esta gente siga haciendo de nuestra ciudad su chacra, su botín y crean que pueden repartírsela durante los cuatro años de su periodo para devolver los favores de la campaña, creando proyectos innecesarios cuando no han resuelto los problemas elementales de una población que clama por soluciones tangibles y perdurables.
No señor, el fin no justifica los medios.
Artículo publicado originalmente el 21 de marzo del 2024 en La República. Aquí lo reproducimos con autorización del autor.