Por: Cinthia Cherres/ Norte Sostenible
En un mundo que enfrenta desafíos por el cambio climático, la búsqueda de energía verde y sostenible se ha convertido en una prioridad. A medida que nos esforzamos por conseguir la transición energética hacia un futuro más sostenible, la adopción de fuentes de energía no renovables, como el gas natural, ha cobrado un enorme impulso.
En ese contexto, este especial explora la importancia del gas natural en la transición energética, sus beneficios y la manera cómo mejora la calidad de vida de las personas, familias y comunidades. Porque no solo es una fuente energética que ayuda a mitigar los efectos del cambio climático, sino que también asegura un desarrollo económico sostenible.
Aliado del ahorro
En el corazón de un barrio familiar, Enace, en el distrito piurano de Veintiséis de Octubre, dos mujeres se levantan cada día con el mismo propósito: salir adelante por sus hijos. A simple vista, Andrea y Maritza no tienen nada en común. Sin embargo, hay algo que las conecta profundamente: su lucha diaria por un futuro mejor y la herramienta que ha cambiado sus vidas y sus negocios: el gas natural.
Hace unos años, Andrea se veía atrapada en la rutina diaria con gastos interminables. Entre cuidar la casa, atender su pollería y bodega y lidiar con gastos que parecían no tener fin, el panorama se veía difícil. Uno de sus mayores desafíos era el consumo de gas, que mes tras mes se llevaba una gran parte de sus ingresos y la dejaba con poco margen para mejorar sus negocios.
Andrea siempre ha tenido claro que el ahorro es la clave para salir adelante, y lo aplicaba en cada aspecto de su vida. Esto la convirtió en la dueña de la «bodeguita de confianza» del barrio, donde los clientes hacen fila, pues saben que encontrarán los precios más bajos.

Pero lo que pocos saben es que detrás de esa sonrisa amable, hay una mujer que ha aprendido a cuidar cada céntimo para ofrecer lo mejor. Andrea sabía que, si quería ver crecer ambos negocios, debía encontrar una forma de reducir sus costos. Entonces, llegó el gas natural y una oportunidad que lo cambió todo.
«Antes consumía un balón y medio de gas, que significaba un gasto de más de 85 soles al mes, ahora pago 55 soles. Es un ahorro. Además, tenemos gas todo el día. No estamos esperando hasta que el distribuidor pueda traernos».
Andrea Flores/Dueña de Negocios Mi Andrés y Pollería Andreita
Ese ahorro mensual de 30 soles se ha convertido en un respiro para su bolsillo, una suma que parece pequeña, pero que para Andrea y su familia representa la diferencia entre estar ajustados y poder mejorar ambos negocios.
Gracias a este cambio, Andrea no solo ha podido ahorrar, sino también invertir más en el bienestar de su familia y en hacer crecer sus dos negocios.
Su historia es un claro ejemplo de cómo el acceso a un servicio básico, como el gas natural, puede transformar por completo la vida de una familia emprendedora que, como tantas otras, lucha cada día por salir adelante.
Crecer juntos
Al igual que Andrea, en el otro lado del barrio, Maritza enfrentaba sus propias batallas. Cada día era un desafío: sacar adelante su restaurante mientras cuidaba sola de su pequeña hija. Había días en los que, en pleno desayuno, se quedaba sin gas y tenía que detener todo, llamar al proveedor y esperar.
Su negocio, que depende de la preparación rápida y eficiente de cenas y desayunos, solía enfrentarse a un gran obstáculo: la constante falta de gas. “Antes, tenía que esperar hasta una hora para que el proveedor llegara, y eso me perjudicaba mucho. La comida se quedaba a medio cocinar y, cuando uno está apurada, es un problema grande”, comenta Maritza.

En su rutina diaria, Maritza necesitaba tener siempre dos balones de gas a mano: uno en uso y otro de reserva. Sin embargo, esta solución no siempre funcionaba. “A veces los alimentos se quedaban crudos, y tenía que esperar o llamar a otro proveedor para que me abasteciera de gas. Era un gran estrés”, explica. Este retraso afectaba la calidad de su servicio y, por ende, de sus ingresos.
“A veces los alimentos se quedaban crudos, y tenía que esperar hasta una hora para que el proveedor me trajera el balón de gas. Era un gran estrés y perjudicaba mi negocio”.
Maritza Gómez / Restaurante «Mi Maritza»
Ahora, sin las constantes interrupciones por falta de gas, puede trabajar sin preocupaciones, con un suministro constante que la deja enfocarse en lo que realmente importa: hacer crecer su negocio y brindar lo mejor a sus clientes.
“La cocina funciona bien todo el día y puedo preparar la comida sin preocuparme de que quede a medias”, agrega Maritza y agrega que esa diferencia le ha permitido enfocarse en el crecimiento de su empresa.
Al término del día, Andrea y Maritza se parecen más de lo que deberían. Son dos mujeres fuertes, que cada día enfrentan sus desafíos, pero que han encontrado en el ahorro del gas natural no solo un respiro económico, sino una herramienta para seguir construyendo sus sueños. Porque, al final, lo único que importa para ellas es construir un futuro mejor.
Líder en transición energética
En un mundo que busca alternativas más limpias y accesibles, el gas natural se ha consolidado como un aliado fundamental en la lucha contra el cambio climático. La transición energética en Perú es un tema de gran importancia, y el presidente de la Sociedad de Hidrocarburos (SPH), Felipe Cantuarias, lo explica de forma clara: el gas natural será la energía líder en este proceso.
«El gas natural es 80% más económico que el diesel y la gasolina, 50% más barato que el GLP y es 90% menos contaminante», resalta Cantuarias, lo que lo convierte en una opción clave para reducir la huella de carbono.
«Hoy en día, una PYME en regiones paga un 120% más por energía que una PYME en Lima».
Felipe Cantuarias / Presidente de la Sociedad de Hidrocarburos
En el norte del país, Promigas Perú ha iniciado la transición hacia una energía más limpia y ha logrado importantes avances en la reducción de la huella ambiental y el desarrollo sostenible. Nikolai Álvarez, vocero de la empresa, destaca que desde su implementación, el uso del gas natural ha permitido reducir más de 310,000 toneladas de CO2 en el Perú.
Además, el gas natural se ha convertido en el aliado del ahorro de los peruanos. Solo en el sector transporte, los usuarios han podido ahorrar hasta el 70% en comparación con el uso de la gasolina.
Según datos del portal Facilito, del Organismo Supervisor de la Inversión en Energía y Minería (Osinergmin), un taxista gasta entre S/ 16.50 y S/ 18.20 por un galón de gasohol regular; sin embargo, al convertir su vehículo a Gas Natural Vehicular (GNV) gastará entre S/ 1.90 y S/ 2.02 por metro cúbico.

“Una vivienda de estrato bajo ahorra en promedio US$ 6.5 mensuales frente al GLP, lo cual equivale al 10% del gasto promedio por mes que un peruano dispone para su alimentación, y que hoy puede destinarlo para otras necesidades”.
Nikolai Álvarez, vocero de Promigas Perú.
Precisamente, sólo en el año 2023, un total de 457,296 vehículos fueron convertidos a GNV, según información de la Asociación Automotriz del Perú (AAP). Esto ha sido un alivio económico para cientos de transportistas y taxistas —asegura Nikolai Álvarez—, quien considera que ahora los usuarios pueden operar de manera más eficiente y respetuosa con el medio ambiente.
En la actualidad, el Ministerio de Energía y Minas promueve el Programa Ahorro GNV, utilizando fondos del Fondo de Inclusión Social Energético (FISE). Este programa ofrece financiamiento sin intereses para la conversión de vehículos a este tipo de combustible.

El Programa Ahorro GNV se implementa en las regiones de Lima, Callao, Junín, Ica, Cusco, Piura, La Libertad, Áncash y Lambayeque. Este programa financia la conversión de vehículos livianos de gasolina o GLP a gas natural vehicular (GNV) en talleres de conversión debidamente autorizados por el Ministerio de Transportes y Comunicaciones, previo cumplimiento de requisitos.
A nivel de industrias y comercios, en el norte del Perú, el uso del gas natural ha permitido generar ahorros por 104 millones de dólares. Además, solo en el año 2023, el uso del recurso ha permitido generar ahorros acumulados a los hogares de USD 10 millones.
¿Qué es lo que sigue?
La expansión del gas natural no ha seguido un camino fácil. Para que el recurso se convierta en la energía líder de la transición energética en el Perú, tiene que llegar a todas las regiones del país; y aún eso no ha sido posible.
Para el especialista en eficiencia energética y energías renovables y docente de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Piura (UDEP), Daniel Marcelo-Aldana, la distribución de gas natural en Piura enfrenta varios desafíos, tanto en términos de infraestructura, aceptación social, regulaciones, como en aspectos financieros y logísticos.
“Piura es una región con áreas urbanas bastante densas y zonas rurales dispersas, que generan complejidad en la extensión de la red, porque hay terrenos desérticos o agrícolas. Y, en las zonas rurales la baja densidad de usuarios puede no hacer viable la inversión de instalación de redes. Se debe tener en cuenta que Piura presenta zonas vulnerables especialmente por inundaciones y si no se considera esta realidad al hacer el tendido de las redes, puede generar problemas en el futuro”, explica.

Con él coincide el presidente de la Sociedad Peruana de Hidrocarburos (SPH), Felipe Cantuarias, quien considera que allí es donde surge el mayor desafío. «En las regiones no se ha logrado generar suficiente demanda para que se invierta en infraestructura de ductos. La falta de demanda ha frenado la inversión privada para llevar el gas natural a más hogares y negocios en todo el país”, puntualiza.
Marcela-Aldana considera que otro punto a tener en cuenta es que el uso del GLP, actualmente, es más conocido por el usuario final residencial y comercial; y, lo mismo pasa con el diésel o combustibles residuales para el sector industrial. Además, los costos iniciales de conexión e instalación pueden ser percibidos como una barrera por muchos usuarios, tanto residenciales como industriales.
“El GLP tiende a ser más costoso debido a su distribución a través de balones o tanques, y porque Perú lo importa parcialmente. Se debe considerar, además, que el suministro de gas natural por tuberías es continuo, lo que elimina la necesidad de comprar y almacenar balones, como sucede con el GLP”.
Especialista en eficiencia energética y energías renovables y docente de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Piura (UDEP), Daniel Marcelo-Aldana
La solución —según Cantuarias— es implementar una tarifa única a nivel nacional. «Un hogar en las regiones que hoy paga 210 soles por mes por tener una terma y una cocina eléctrica pasaría a pagar solo 49 soles», resalta Cantuarias.

Los beneficios de la tarifa nivelada no solo se verían en los hogares, sino en todos los rubros. “Un taxista en cualquier región también vería un ahorro significativo en su economía familiar, entre 1,330 y 1,500 soles mensuales, lo que mejoraría la calidad de vida de muchas familias”, resalta el presidente de la Sociedad Peruana de Hidrocarburos.
Para el vocero de Promigas Perú, “esta medida es esencial para que la infraestructura de distribución crezca y para que familias e industrias disfruten de los beneficios económicos y ambientales que ofrece este recurso”.
Aunque el gas natural es una opción viable y beneficiosa a corto y mediano plazo en Perú, tanto por su abundancia como por sus beneficios económicos y ambientales en comparación con otros combustibles fósiles, no se debe perder de vista que se necesita avanzar hacia otras fuentes de energía renovables, como la solar, eólica o el hidrógeno verde.