Usted ha vuelto a EPS Grau después de 25 años. ¿Cómo encontró la entidad?
Hace 25 años se elaboró el expediente técnico para hacer el Proyecto de Aguas Superficiales, el famoso PAS, que contemplaba la ejecución de una planta de tratamiento en Curumuy, con un reservorio apoyado en La Palma y un reservorio de agua cruda al lado de la planta que permitiera tener abastecimiento de agua en época de estiaje, o cuando el canal entre en funcionamiento. Ese proyecto contemplaba una planta de tratamiento, hace 27 años, de 2,000 litros por segundo. También se intentó hacer una asociación público privada con una empresa inglesa para recuperar su capacidad de producción.
Se hicieron gestiones en esa época con la Unidad Técnica Especializada de Fonavi para adquirir equipos nuevos para la planta y todo eso quedó. Posteriormente, la empresa entró en un proceso de reestructuración patrimonial y ahora está en manos de los acreedores. Desde el año 2001 la empresa se declaró en insolvencia económica y pasó a manos de los acreedores.
En estos 24 años, que está en mano de los acreedores, no ha habido una gestión eficiente de la empresa ni tampoco una proyección a futuro; mucho menos ha habido una reinversión en la empresa. Eso ha ocasionado que los equipos, y todo lo que se hizo hace 25 años, ya están deteriorados, ya cumplieron su vida útil; y lo poco que se ha ido implementando a lo largo de los años también han sido deteriorados o canibalizados.
¿A qué tipo de equipos se refiere?
Los equipos electrónicos de todas las estaciones de bombeo de agua potable y alcantarillado de toda la región, incluyendo la planta de El Arenal y Sullana, pues en esa época no había las planta de Curumuy. También se equiparon todos los pozos nuevos en esa época. Después de 25 años, el Ministerio de Vivienda interviene EPS Grau gracias al Decreto de Urgencia 023 hasta diciembre del año pasado. Y desde enero hasta el 7 de julio, con el Decreto Legislativo 1620, seguimos teniendo la administración temporal.
¿En este tiempo que se intervino EPS Grau cuales son los resultados?
Lo primero que nos propusimos como OTASS ( Organismo Técnico de la Administración de los Servicios de Saneamiento) fue recuperar la operatividad de la empresa. Tenemos todavía los desagües que se salen por todos sitios, cuando se malogra una estación de bombeo de agua residual se tiene que paralizar las fuentes de agua porque si no se vuelve a inundar todo. Por eso era prioritario atender el equipamiento de la estación de bombeo y se logró el financiamiento por parte del Ministerio de Vivienda de S/ 7 millones de soles. Con ese dinero se han adquirido 22 equipos nuevos. La empresa que ganó la buena pro ya está colocando los equipos en cada una de las cámaras de bombeo. Posiblemente terminen en julio. A partir de ese mes se podría notar las mejoras en las siete cámaras de bombeo.
¿En qué nos beneficiará esa inversión?
Va a permitir un mejor servicio en esas zonas y evitará sobrecostos, pues actualmente con los equipos obsoletos, que ya cumplieron su vida útil, los reparamos y a la semana se vuelven a malograr. También logramos que el Ministerio de Vivienda nos transfiera S/ 6 millones 700 mil para adquirir 17 equipos de bombeo de agua potable para igual número de pozos en Piura, Castilla, Veintiséis de Octubre y Catacaos. Eso está en proceso de licitación. A eso se suman todas las obras que se viene ejecutando, a través del Ministerio de Vivienda, para mejorar las redes de agua potable y alcantarillado en diferentes asentamientos humanos.
¿Estos equipos de bombeo que están en plena licitación que van a permitir?
En primer lugar, va a significar que no tengamos cada mes o dos meses una paralización de un pozo, porque falló la bomba o el motor. Fallan porque tienen más de 25 años y no han sido renovados, son obsoletos. En segundo lugar, vamos a tener un ahorro en los costos de producción, porque ya no tendremos que reparar equipos. Además, con dinero de la EPS Grau hemos comprado 10 equipos nuevos, para Máncora, Chulucanas, el Parque Infantil, Micaela Bastidas y San Bernardo.
¿Cuánto ayudará la ejecución del proyecto de los 96 asentamientos humanos?
Este proyecto mejorará las redes de agua potable y alcantarillado. Entonces, eso significa que vamos a tener redes nuevas, que no vamos a tener roturas en las redes, como ahora. Pero el proyecto más importante es la ampliación de la Planta de Curumuy que ya está en proceso de licitación y es posible que el 15 de julio tengamos un ganador para que elabore el expediente técnico y la ejecución de la obra, de manera simultánea.
La ampliación de la planta de Curumuy, de 600 litros por segundo a 2.700 litros por segundo y además la construcción de 8 reservorios elevados distribuidos entre los distritos de Castilla y Piura y Veintiséis de octubre, nos ayudará a nivelar la presión en diferentes sectores. Es decir, con estos dos proyectos mejorará notablemente el servicio en Piura, Castilla y Veintiséis de octubre, porque uno va a dotar de más agua y el otro nos dará redes nuevas.
¿Qué significa la ampliación de la Planta de Curumuy?
Nosotros tenemos una producción de agua potable que es igual a la que teníamos hace 25 años. Tenemos 600 litros por segundo de la planta de Curumuy y 700 u 800 litros por segundo de todos los pozos. A pesar de que tenemos muchos más pozos que hace 25 años, porque ahora tenemos 41 pozos. Sin embargo, muchos de los pozos que tenemos producen menos de la mitad de lo que producían hace 25 años. En esa época teníamos 19 pozos y cada pozo producía entre 60 y 120 litros por segundo; ahora nuestros pozos producen entre 15 litros y 60 litros. Entonces, sí tenemos más pozos, pero tenemos menos producción de agua. Y lo que sí ha aumentado es la demanda, por el crecimiento de la población. Eso sumado a la cantidad de clandestinos que existen y a las fugas por las redes obsoletas, eso dificulta más la administración de la empresa.
¿Que haya mayor demanda de agua potable y que los pozos estén obsoletos y la planta de Curumuy no dé para más explica el desabastecimiento que tenemos?
Así es, porque si nosotros tenemos la misma oferta de agua de hace 25 años y tenemos, prácticamente, el triple de la demanda, entonces lógicamente lo que tenemos que hacer es interconectar todo el sistema, la planta de Curumuy y los pozos, que no alcanza. Por eso damos agua por sectores en horarios determinados. Eso sucede desde hace muchos años en Paita y Talara, donde el agua es racionada. Por ejemplo, en Talara la Planta de El Arenal tiene 48 años y ya no tiene más capacidad, porque la población se ha triplicado. Igual en Sullana, que tiene una planta de 72 años y no ha sido ampliada. Se continúa con la misma producción de agua para mucha más población.
En ese sentido, ¿si seguimos dando autorizaciones para más proyectos inmobiliarios qué pasará?
A partir del mes de agosto, cuando asumí la gerencia general, todas las factibilidades de servicio para las nuevas habilitaciones urbanas se están dando condicionadas a que la empresa ejecute su propia planta de agua, pozo y su propia planta de tratamiento de desagües. Ya no estamos permitiendo, como se ha permitido antes, que se conecten a las redes actuales porque son insuficientes. Tenemos casos concretos aquí en Piura donde se les dio una factibilidad temporal y se han hecho habilitaciones urbanas de mil, dos mil lotes, que se que se han acoplado a la red pública y, lógicamente, la red estaba diseñada para la tercera o la cuarta parte de la población actual.
¿Es decir, desde que usted ha asumido está entregando factibilidad condicionada a que los proyectos tengan su propia fuente de agua?
Así es, factibilidad condicionada.
O sea, ahorita desde que usted asumió no hay ni una sola.
No hay ni una sola urbanización que haya recibido factibilidad para unirse a la red que tenemos.
¿Y la explicación es?
Porque no tenemos la capacidad. Las redes no están diseñadas para soportar más desagüe y tampoco tenemos la capacidad de producción de agua, por eso necesitamos más pozos o la ampliación de la planta [de Curumuy].
¿Pero por qué en las anteriores gestiones se cambiaron las factibilidades a las inmobiliarias?
Esa es una situación que hemos encontrado, inclusive hemos pedido la intervención de Contraloría para que se haga una auditoría administrativa y operativa de la empresa; pero hasta la fecha no tenemos una respuesta concreta. A través de OTASS hemos pedido la intervención de Contraloría, porque justamente existen factibilidades que, con el tiempo, han ido cambiando, en lugar de ser más exigentes, se han vuelto más permisibles.
¿Cuántos casos así han detectado?
Hemos detectado cuatro o cinco casos concretos, donde se ha cambiado la factibilidad. Es decir, inicialmente se le dio factibilidad condicionada y, al año siguiente o a los dos años, se les dio factibilidad provisional y esa factibilidad provisional se volvió permanente.
¿Qué inmobiliarias fueron?
Hace poco tuvimos un problema con Monte Verde [de la inmobiliaria Galilea], que debería haber perforado dos pozos, uno para la primera etapa y el otro para la segunda etapa. Sin embargo, nomás perforó un pozo. Por eso les hemos pedido que hagan la interconexión entre el pozo uno y dos para que abastezcan a toda su población; y así cortarles la conexión que va del pozo de San Bernardo hacia ellos. Porque con esa conexión, lógicamente, disminuye la producción de agua para los sectores de Castilla.
Otro ejemplo es Los parques de Piura, que se les permitió conectarse al pozo de San Sebastián, cuando ese pozo ya no abastece a toda la población. Le hemos quitado la autorización para que continúen sirviéndose de ese pozo y ellos tienen que buscar una fuente propia de agua.
Factibilidad Oasis de Piura by sosteniblenorte
En el caso del condominio Oasis, los edificios de la Av. Chulucanas.
Allí también ya tenemos los documentos donde se verifica que se les dio una conexión provisional y, después, ellos han hecho de esa conexión provisional una conexión permanente. Además se le dio para una determinada cantidad de departamentos y vemos que siguen construyendo sin la autorización debida.
¿Para cuántos departamentos se le dio la conexión temporal, recuerda?
No recuerdo, pero sí era para una primera etapa.
Pero hay seis torres nuevas, ¿es decir, esas torres no debieron ser construidas mientras no tuvieran su pozo de agua?
Así es.
¿Y por qué se le cambia la factibilidad?
Nosotros, desgraciadamente, hemos venido a recuperar la empresa y reflotarla. Esos temas son materia de investigación de los órganos correspondientes. Aquí tiene que intervenir Contraloría o, de oficio, la Fiscalía.
¿Ha pedido usted esa intervención?
A Contraloría desde el inicio de nuestra gestión, a través de OTASS.
En el caso del condominio Oasis, siguen construyendo, ¿no se les puede paralizar?
Es que nosotros no podemos paralizar la construcción de viviendas, porque nosotros autorizamos la conexión a los servicios de agua y desagüe. Quien tiene que actuar en este caso son los entes correspondientes, que son las municipalidades, deberían actuar de oficio y exigir que muestre los documentos que le acrediten la factibilidad de los servicios de agua y alcantarillado.
Volvamos al tema del desabastecimiento de agua, ¿qué acciones inmediatas se han dispuesto?
Nosotros tenemos que hacer las fichas y los expedientes técnicos. Entonces, en estos nueve meses hemos hecho una ficha IOARR (Inversiones de Optimización, de Ampliación Marginal, de Rehabilitación y de Reposición) para hacer el reemplazo de la tubería que va de la estación 1 a la estación 2 en Máncora, que ya está financiada por parte de OTASS y está en proceso de convocatoria. También nos han aprobado otra ficha IOARR para reemplazar un tramo de la red matriz de la Av. Tacna de Castilla, y que también está en proceso de convocatoria.
También tenemos el financiamiento de la rehabilitación de un colector principal en Paita, que cuesta más o menos S/ 2.5 millones y que se inicia hoy y es financiado por OTASS. También hemos diseñado fichas técnicas técnicas IOARR para reemplazar la línea de impulsión en Negritos, que está en búsqueda de financiamiento.
Asimismo, tenemos el ofrecimiento del Ministerio de Vivienda Construcción y Saneamiento para el proceso de revisión y culminación de expediente técnico para construir dos nuevos pozos en la quebrada Fernández, que van a abastecer a Los Órganos y Máncora, además de la construcción de un reservorio apoyado. Eso cuesta S/ 13 millones 700 mil. En proceso tenemos la elaboración de ficha técnica para reemplazar los 13 equipos de captación de la Planta de Curumuy; y en proceso de financiamiento también los equipos para la planta El Arenal.