La actual crisis hídrica que enfrenta la región Piura no se originó recientemente, cuando se conoció que el Reservorio de Poechos almacenaba niveles ínfimos de agua: 14 millones de metros cúbicos; sino desde hace casi dos meses, cuando el Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi) Zonal Piura le envió un documento al Gobierno Regional de Piura y al Consejo Regional de Recursos Hídricos advirtiéndoles que existía déficit hídrico en los reservorios de Poechos y San Lorenzo; y que los pronósticos para setiembre y fines de año no eran alentadores.
Norte Sostenible accedió a dicho documento técnico que revelaba el grave déficit hídrico que enfrentaba la región y las perspectivas en el corto plazo. Bajo el título de “Condiciones Climáticas e Hidrológicas actuales y perspectivas en el departamento de Piura para el trimestre octubre – diciembre 2024, y el verano 2025”, el Senamhi le envió este documento a la Oficina Regional de Seguridad y Defensa Nacional (ORSDENA) del Gobierno Regional de Piura, entidad que le había solicitado la información.
“El Gobierno Regional y el Consejo de Recursos Hídricos nos cursaron un documento para que les informemos las condiciones hidrometeorológicas en la región y el pronóstico para fin de año. Nosotros elaboramos el documento técnico y se los se los entregamos a ellos y allí ya veíamos el déficit de lluvia que era bien fuerte en el 2024 y que no había pronósticos o condiciones atmosféricas para que llueva hasta finales de año. Ese documento fue cursado hace mes y medio a estas autoridades”, dijo a este medio Jorge Carranza, jefe del Senamhi Zonal Piura.
Informe del Senamhi que adv… by sosteniblenorte
¿Qué decía el documento técnico?
El informe técnico señalaba las anomalías porcentuales de precipitación entre enero y agosto en los departamentos de Piura y Tumbes. Explicaba que en los meses de enero, marzo y abril predominaron las deficiencias de precipitación con anomalías porcentuales en el rango de –60% a –100%. “Tal es así que, durante verano del 2024 la sierra piurana presentó deficiencias de lluvias con anomalías de –15% a –60% y la costa de Piura deficiencias con anomalías entre –60% a –100%”, indicaba.
Asimismo, el documento reportaba que el caudal registrado en el río Chira, en la estación El Ciruelo durante el año hidrológico 2023/2024, se observaba en promedio un valor inferior al promedio histórico comprendido entre 1975 y 2023. “Para setiembre del 2024, se observa que respecto a su promedio histórico mantiene valores inferiores y una tendencia descendente en el caudal, que corresponden al déficit de precipitación sobre la región”, remarcaba.
Además, se explicaba que en términos generales la cuenca del Chira y de Huancabamba presentaban condiciones “muy debajo de lo normal”. Por ese motivo, reafirmaba que los caudales de los ríos Chira y Huancabamba, durante el año hidrológico 2023-2024 se caracterizaron por presentar una tendencia descendente. “Para setiembre del 2024 se prevé que esta tendencia continúe acentuándose con caudales inferiores a su promedio histórico, lo cual podría intensificar la deficiencia”, señalaba.
Además, concluía que el pronóstico de lluvias era entre “normal a inferior” para fines de año. Es decir, no se avizoraba un escenario favorable de precipitaciones, lo cual debió encender las alarmas para tomar decisiones rápidas, como por ejemplo solicitar la declaratoria de emergencia por inminente déficit hídrico y desplegar un plan de contingencia para evitar el desabastecimiento de agua potable en la población y afectaciones en el sector agrícola. Pero nada de eso se hizo.
Incluso, el 31 de julio de este año, la Junta de Riego de Zapotillo, en Ecuador, cerca de la frontera con Piura, alertaba que debido al estiaje el caudal del río Catamayo había descendido alarmante. Por ese motivo, señalaba que estaba «en riesgo la producción agrícola de nuestra región». Esta información es relevante porque se trata de la cuenca del Catamayo-Chira, que es la que comparte Perú y Ecuador y es la que decide el éxito o fracaso de las campañas agrícolas.
Mientras eso sucedía en Ecuador (que ahora enfrenta también una grave crisis hídrica que ha afectado también su sistema de energía eléctrica), acá en Perú, un mes antes, se celebraba el inicio de la campaña chica y «se aseguraba agua para campaña agrícola de julio». El Pechp celebraba que el reservorio de Poechos tenía un almacenamiento máximo de 451,4 millones de metros cúbicos. Hoy ya se sabe que esa cifra era errónea.
Emergencia en un contexto regional de estrés hídrico
Las crisis, como la que vive la región Piura a causa de la falta de agua, se previenen. Y las autoridades han contado con la información necesaria para prepararse y sortear mejor este déficit hídrico. Además del informe del Senamhi, que fue entregado hace casi dos meses al Gobierno Regional de Piura y al Consejo de Recursos Hídricos, en enero de este año el Centro Nacional de Estimación, Prevención y Reducción del Riesgo de Desastres (Cenepred) publicó el “Escenario de riesgo por déficit hídrico ante condiciones El Niño para el período de lluvias 2023-204”. En este documento ya advertía que Piura presentaba un riesgo medio de déficit hídrico, al igual que otras regiones de la costa.
La entidad también advertía que “los efectos negativos de un déficit hídrico en la población y en sus medios de vida, dependerán también del nivel de organización que tengan el gobierno nacional, gobiernos regionales, gobiernos locales involucrados y las comunidades expuestas, para enfrentar este peligro, que a su vez son influenciados por las condiciones sociales y productivas en las que se encuentran”.
Asimismo, pedía a la Autoridad Nacional del Agua, que elabore un análisis de balance hídrico, principalmente en las cuencas ubicadas en zonas donde se ha configurado condiciones actuales de sequías meteorológicas y déficit hídrico, para una mejor planificación de las intervenciones de prevención y reducción del riesgo, así como de preparación y respuesta frente a una situación de emergencia.
Pero no han sido los únicos documentos que sugerían implementar medidas preventivas ante una inminente crisis hídrica en la región. En setiembre del año pasado se publicó el “Atlas de Riesgos Hídricos de Aqueduct”, un extenso estudio desarrollado por el World Resources Institute (WRI). Esta investigación reveló que 25 países (que albergan a una cuarta parte de la población mundial) enfrentan cada año un estrés hídrico extremadamente alto y consumen regularmente casi todo su suministro de agua disponible.
También señalaba que, al menos, el 50% de la población mundial (alrededor de 4 mil millones de personas) vive en condiciones de gran estrés hídrico durante al menos un mes al año. Nuestro país se encuentra entre las zonas con estrés hídrico alto.
¿Cómo salir de esta grave crisis?
El gerente general de la Junta de Usuarios del Valle del Chira, Napoleón Puño Lecarnaqué, dijo a Norte Sostenible que la crisis hídrica ya ha provocado la pérdida de 150 hectáreas de arroz y están en peligro de perderse esta semana 2,800 hectáreas de arroz, banano orgánico y limón de Cieneguillo. “La alternativa que vamos a plantear es que se suelte agua para el agro, bajo una regla de uso del reservorio de Poechos, que debe ser exclusivo para el Valle del Chira”, comentó el funcionario.
Añadió que esta crisis pudo evitarse, si es que a fines del verano de este año, luego del período lluvioso, las autoridades hubieran informado sobre el acumulado de lluvias. “Con esa información pudimos prever nuestra campaña, pero no se hizo. Además, que el Proyecto Especial Chira Piura (Pechp) ha estado trabajando con información falsa del embalse de Poechos, porque usaban la batimetría del 2018”, denunció.
Con él coincidió el presidente de la Comisión Agraria del Congreso de la República, Eduardo Castillo, quien responsabilizó directamente al Pechp, entidad del Gobierno Regional de Piura, del déficit hídrico. “El mes pasado cuando vine a Piura había mucha agua en el canal Daniel Escobar, pero de repente esa agua se esfumó. ¿Adónde se fue, a quién se la dieron? Por eso he pedido la intervención urgente de Contraloría para que audite el Pechp. Aquí hay responsables”, dijo el congresista.
El parlamentario espera que esta semana el Ejecutivo declare el Estado de Emergencia por déficit hídrico en Piura y, con dicha medida, se puedan perforar nuevos pozos subterráneos para extraer agua, se entregue un subsidio a los agricultores antes las pérdidas económicas y se despliegue un rápido plan de contingencia para evitar que la población se quede totalmente desabastecida.
A su juicio, el agua de Poechos que se esfumó ha sido entregada, de manera irregular, a las grandes empresas agroindustriales, en detrimento de los pequeños agricultores. “Por eso he pedido que se realice una auditoría hídrica a Poechos que nos revelará adónde se fue toda el agua. Pero debe hacerlo un organismo internacional”, dijo.
Al respecto, el exgobernador regional y empresario agrícola, Reynaldo Hilbck, señaló que las acusaciones contra las empresas agroindustriales solo buscan enfrentarlos con los pequeños agricultores. “Culpar a los agricultores tanto de exportación como pequeños es un error; todos están perdiendo todo debido a la mala gestión y falta de planificación agrícola”, indicó.
Hilbck responsabilizó del mal manejo del recurso hídrico a la Dirección Regional de Agricultura y al Pechp, ambas dependencias del Gobierno Regional de Piura, que dirige Luis Neyra León, quien designó a funcionarios de confianza en ambas dependencias claves en un sector que hoy enfrenta una emergencia sin precedentes.
Este medio solicitó, de manera formal mediante el departamento de comunicaciones del Pechp, una entrevista con el gerente para conocer su punto de vista y la respuesta a las acusaciones que se le han hecho desde diferentes frentes y colegios profesionales, pero nos dijeron que «es un poco difícil el tema de las entrevistas». Asimismo, la comunicadora del Consejo Regional de Recursos Hídricos nos dijo que coordinaría una entrevista, pero hasta el cierre de este artículo no se concretó.